¿Invitada a una boda este verano? Diariamente las mujeres nos enfrentamos con el qué vestir para el trabajo, una fiesta, un bar, siempre buscando la prenda ideal que resalte nuestros rasgos más favorecedores. Esta disyuntiva se eleva exponencialmente cuando de asistir a una boda se trata.

La mayoría de las féminas hemos deseado llegar a protagonizar ese momento especial e incluso fantaseado con él, pero ser invitada a tal evento puede suponer un pequeño pero incómodo dolor de cabeza. Queremos lucir radiantes, proyectar una imagen de ensueño que desborde elegancia, pero sin embargo corremos el riesgo de robar el protagonismo a la persona que universalmente lo experimenta: la novia.

Elige bien tu vestido de boda de verano

La actual etapa del año proporciona una oportunidad singular para evitar eclipsar a la primera dama del suceso. El verano, con su calidez y vivacidad, permite llevar vestidos más informales. Todo depende, naturalmente, del lugar y horario en que se celebrará el acontecimiento. Por lo general éste tiene lugar en algún momento de la tarde, por lo que se hace oportuno llevar un vestido a media pierna o incluso encima de la rodilla combinándolo con tacones altos.

La temporada primavera verano de este año ha revelado como sus colores insignia los tonos de azul y violeta, elecciones acertadas y flamantes para asistir a una boda.

Evita los vestidos en blanco o en negro

Aunque el blanco y el negro son colores elementales que siempre denotan clase, en este tipo de celebración es mejor mantenerlos a raya reservándolos para el calzado y los accesorios.

Blanco es generalmente el vestido de la novia y no debe llevarse, a menos que se trate de una boda blanca (donde todos los invitados lo visten). Por otra parte no queremos dar a entender vistiendo de negro que estamos de luto debido a la unión que tiene lugar.

Colores tendencia este verano

Otras tonalidades distintivas de este período estival, ideales para lucir un vestido en una boda son el color Hemlock (verde pastel, más claro que el esmeralda), el orquídea radiante y los colores cítricos como el amarillo fressia y el naranja pastel.

Muchos de estos matices armonizan de manera estupenda con complementos (particularmente bolsos y zapatos) de tonos metálicos (plateado, dorado y bronce).

Claves para elegir el vestido apropiado

Elegir un vestido no es tan sencillo como parece: la clave está en tener en cuenta las tendencias de los últimos diseños del mercado. Por ejemplo los pequeños detalles, como la definición del corsé como pieza primordial de las siluetas en la colección de Chanel presentada por Karl Largefeld para esta temporada, pueden marcar la diferencia.

Tampoco es necesario vestir una pieza única de diseñador o vintage si nuestra economía no lo permite. Existen diferentes opciones en función de los recursos con los que se cuenta: comprar por Internet, alquiler, vestidos hechos a medida por un diseñador o en un modesto taller de costura donde imitan los grandes diseños con calidad, redes de tiendas como las del Corte Inglés, entre otros.

La etiqueta o el coste de la prenda, aunque generalmente pueden denotar calidad y distinción, no definen la elegancia de quien la lleva. Citando a Coco Chanel: “La simplicidad es la clave de la verdadera elegancia”.