Cuando las personas piensan en depilación láser a sus cabezas suele llegar la imagen de quemaduras, dolor, pomadas anestésicas y larga sesiones que conseguir resultados. Esto sigue siendo la realidad en muchos casos, pero ahora la ciencia a avanzado y trae nuevas maneras de eliminar el bello, este es el fin de la fototermólisis progresiva.

Israel es uno de los países más interesados y que más ha brindado avances tecnológicos en cuanto a la tecnología óptica y láser. Todos estos conocimientos, se han adaptado al mundo médico y sobre todo el estético. Por eso, no es de extrañar que se haya convertido en uno de los proveedores principales de la misma a nivel mundial.

En el siguiente texto hablaremos de los beneficios de esta nueva tecnología y de cómo ha influido en el mundo de la medicina estética.

Evolución en la estética láser

La evolución más notoria en este tipo de tecnología se da cuando se pasa de una sensación de dolor, lo que ocurría con el láser diodo Soprano, a una sensación de calor que el nuevo modelo, Soprano A, brinda. De igual manera, ahora los tiempos entre cada sesión se redujeron un 70%. A esto se le suma que ahora la eficiencia depilatoria es mucho mayor, lo que hace que el número de sesiones sean menores y los gastos bajen considerablemente. Si quieres más información te recomendamos PeriodistaDigital.com.

Anteriormente para la eliminación de pelo por medio de luz la técnica utilizada era la fototermólisis selectiva, la cual necesitaba disparos puntuales con una gran carga de energía, esto generaba puntas de calor en un único momento. Este procedimiento provocaba agresiones en la piel, dolor, cambios de pigmentación y, en casos extremos, quemaduras.

No obstante, todos estos inconvenientes, la efectividad de dicho tratamiento era muy alta. Sin embargo, la energía de la luz quedaba atrapada en el color negro del pelo y viajaba hasta el folículo piloso, lugar donde crece el cabello, donde se volatilizaba por acción térmica.

Este tipo de tecnología podía hacer que se sufrieran inconvenientes en la piel, sobre todo aquella que era de color oscuro o estaba bronceada. De la misma manera, el dolor era casi inaguantable y los tratamientos con pomadas anestésicas no funcionaban.

Fototermólisis progresiva

Hoy en día estos problemas se están solucionando gracias a las nuevas técnicas de depilación láser. La fototermólisis progresiva es uno de los avances más importantes y una de las mejores formas de depilación del vello actualmente. El cambio conceptual es inmenso. Ahora, se calienta la dermis con energías bajas hasta que se llegue al punto ideal.

De esta manera el manípulo está en constante movimiento, igual que si fuera un pincel sobre la piel. El calentamiento de la capa interna es progresivo hasta llegar a los 45 grados centígrados, lo que garantiza la destrucción del bulbo piloso. Este procedimiento evita las quemaduras y el dolor se remplaza por una sensación de calor soportable.

Como dijimos antes, este tipo de tecnología acorta el número de sesiones que se tiene que utilizar, debido a que logra diez disparos por segundo; esto hace que todo el procedimiento sea un 70% mucho más corto. Ahora, una sesión de piernas completa pasa de dos horas a tan solo cuarenta y cinco minutos. Las pieles negras como las bronceadas no presentarán ningún tipo de inconvenientes ni dolor por el procedimiento. Por lo tanto, se puede hacer el procedimiento un día después de que has tomado el sol y luego un par de días después de la anterior sesión.

La fototermólisis progresiva ha sido uno de los más grandes avances en este tipo de tecnología. Hace el trabajo de los médicos esteticistas mucho más sencillo y la experiencia de los paciente más cómoda y sencilla de superar. Esto da cuenta que la inversión en investigación y en desarrollo de tecnología es una de las mejores formas de ayudar a nuestra salud.

La depilación láser es ahora una realidad para cientos de personas que la necesitaban, ya sea por requerimientos estéticos o de salud. Lo más importante es que no afecta a la salud y ayuda a la autoestima de las personas.